Asociación Vallisoletana de Afectados por el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (AVATDAH).
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CONOCER
Y MANEJAR EL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS HIJOS. POSIBLES ORÍGENES
CONTENIDOS
CÓMO FUNCIONA EL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS
HIJOS
ACLARACIONES EN TORNO AL CONCEPTO DE
DISCIPLINA
INTERACCION NIÑO/ADOLESCENTE-ADULTO:
ESTILOS EDUCATIVOS
CONTROL Y LÍMITES
AFECTO Y COMUNICACIÓN
ESTRATEGIAS GENERALES
CONCLUSION
CÓMO FUNCIONA EL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS
HIJOS
El comportamiento es la
manera de actuar que tienen las personas u organismos, en relación con su
entorno o mundo de estímulos. El
comportamiento puede ser
•
Consciente o inconsciente
•
Voluntario o involuntario
•
Público o privado
según las circunstancias que lo
afecten
CAUSAS DE UN COMPORTAMIENTO NO
ADECUADO
E Búsqueda de atención
E Celos
E Mala tolerancia a la frustración
E Temor a separarse de sus padres
E Reacción al malestar físico
E Falta de estrategias de
afrontamiento por inmadurez
E Falta de habilidad de sus padres para
gestionar su conducta
E Otros problemas: TDAH
ACLARACIONES
EN TORNO AL CONCEPTO DE DISCIPLINA
INTERACCION
NIÑO/ADOLESCENTE-ADULTO: ESTILOS EDUCATIVOS
ESTILOS
EDUCATIVOS EN LA ESCUELA
MODELO MECANICISTA: El ALUMNO en este modelo es un SER
PASIVO que se limita a escuchar e imitar sin cuestionar lo que le expongan.
Solo responderá si es requerida su participación y no por inquietud propia
MODELO ORGANICISTA: El ALUMNO en este modelo PARTICIPA
ACTIVAMENTE en su propio aprendizaje de modo individual o colectivo, cooperará
en todas las tareas y a la vez irá adquiriendo el conocimiento, las habilidades
y comprensión.
ESTILOS
EDUCATIVOS EN LA FAMILIA
¿QUÉ
ES EL ESTILO EDUCATIVO? Forma regular de actuar de los padres
ante sus hijos, de interactuar con ellos, en las situaciones cotidianas,
con el fin de enseñarles y prepararles para el mundo en el que vivimos.
FACTORES
QUE INFLUYEN EN EL MISMO
ü El carácter del padre/madre
ü El cómo el adulto interpreta las
conductas de los niños (no es lo mismo considerar una travesura como algo
habitual y tolerable, que considerarla como una desafío a la autoridad de los
padres).
ü Manera de concebir la vida y el mundo
al que se van a incorporar los niños, por parte de los padres.
ü Las distintas situaciones en las que
se producen las conductas y las
interacciones padres-hijos.
ü El pasado de los padres y la relación
de éstos con sus progenitores.
ü Carácter,
personalidad, temperamento, trastornos… que tienen los hijos.
ü Tipo
de contacto emocional que tienen los padres con sus hijos, etc.
ESTILO AUTORITARIO
¿CÓMO SON LOS PADRES?
|
¿CÓMO SON LOS HIJOS?
|
•
Padres que imponen sus normas sin
lugar a la discusión
•
Castigan las conductas
inadecuadas para así prevenir problemas futuros, muchas veces sin dar una
explicación del motivo del mismo. Los padres creen que a los niños no se les
han de dar demasiadas explicaciones, el castigo por sí mismo es suficiente
para disuadir la conducta del niño.
•
Exigentes en cuanto a la madurez de
sus hijos
•
No suelen comunicarse adecuadamente
con sus hijos puesto que consideran que el diálogo es superfluo. Lo que
importa para los padres es la obediencia.
•
La expresión de afecto es baja. No
suelen expresar abiertamente afecto a sus hijos
•
No tiene en cuenta los intereses y
necesidades de los niños
|
•
Son obedientes y sumisos cuando el
control es externos (proveniente de los padres) pero en ausencia de estos son
mucho más irresponsables y se muestran agresivos.
•
Tendencia a sentirse culpables y
deprimidos.
•
Son niños con baja autoestima, y
escaso control
•
Pocas habilidades sociales
|
¿CÓMO SON LOS PADRES?
|
¿CÓMO SON LOS HIJOS?
|
•
Altos grados de afecto y
comunicación pero unido a una ausencia control y exigencias de madurez.
•
Son los intereses y deseos del niño
los que los que dirigen la interacción entre el adulto y el niño. Los padres
tratan de adaptarse a las necesidades del niño interviniendo lo menos posible
para que el niño acepte el esfuerzo y las exigencias.
•
Exigen poco a sus hijos tanto en el
cumplimiento de normas como en madurez
•
Consideran que no han de usarse ni
premios ni castigos en la educación. Los niños han aprender en la vida lo que
está bien y lo que está mal.
•
Los niños han de aprender por sí
mismos,
•
Son padres afectuosos, pero no
limitan
|
•
A primera vista son entusiastas y
vivaces pero son más inmaduros e incapaces de controlar sus impulsos.
•
Carecen de autocontrol y son poco
persistentes en las tareas
|
ESTILO PERMISIVO
ESTILO INDIFERENTE
¿CÓMO SON LOS PADRES?
|
¿CÓMO SON LOS HIJOS?
|
•
Padres con escasa implicación en la
tarea de crianza y educación
•
Son fríos y distantes con sus hijos
•
Escasa sensibilidad a las
necesidades de los niños
•
Ausencia de normas, pero en
ocasiones el control que ejercen es excesivo sometiendo al niño a un fuerte
castigo sin mediar ninguna explicación o razonamiento de la conducta indebida
del menor.
|
•
Baja autoestima
•
No acatan ninguna norma
•
Poco sensibles a las emociones de
los demás (baja empatía)
•
Son niños muy vulnerables a
conflictos personales y sociales
|
ESTILO DEMOCRÁTICO
¿CÓMO SON LOS PADRES?
|
¿CÓMO SON LOS HIJOS?
|
•
Niveles altos de afecto, de
exigencias y de control. Son padres muy cálidos pero al mismo tiempo
exigentes y firmes
•
Estimulan la madurez de sus hijos
•
Les ponen límites y hacen respetar
las normas
•
Comprensivos, afectuosos y fomentan
la comunicación
•
Sensibles a las necesidades de sus
hijos, estimulan la expresión de sus necesidades y les dejan un espacio para
que empiecen a ser responsables y autónomos.
•
La relación entre padres e hijos se
caracteriza por el diálogo, el consenso como forma para que los niños
comprendan las situaciones
•
Sensibles a las posibilidades de
cada niño
•
Sus normas son coherentes pero no
rígidas
•
Prefieren el razonamiento y la
explicación más que la imposición
•
Estimulan que el niño se esfuerce en
conseguir una meta pero conocen el ámbito de las posibilidades de sus hijos.
No les presionan con aquello para lo que no están aún preparados.
•
Fomentan la iniciativa de sus hijos
asumiendo que van a cometer errores dada su inexperiencia
|
•
Están más felices consigo mismos y
eran generosos con los demás
•
Más competentes socialmente, mayor
autoestima, autonomía y responsabilidad, mayor autorregulación y desarrollo
moral.
•
Son persistentes en las tareas que
emprenden y tienen un buen autocontrol
•
Competentes socialmente
|
CONTROL
Y LÍMITES
Poner
límites a los niños y jóvenes significa delimitarles el camino, brindarles un
marco contenedor y de referencia, estableciendo pautas y reglas claras que los
ayudarán a saber cómo comportarse, que se espera de él y que puede esperar él
de la situación
¿PARA QUÉ SIRVEN LOS
LÍMITES?
Dan seguridad y protección
Enseñan a pensar, a elegir o a discriminar,
entre lo que es deseable y lo que no lo es, y entre lo que se puede y lo que no
se puede
Si el niño es más fuerte que los padres, no
se podrá sentir protegido por ellos
Permiten predecir la reacción de los padres
ante determinadas situaciones y comportamientos
Ayudan al niño a incorporarse a la sociedad
ALGUNOS
CONSEJOS BÁSICOS PARA APLICAR LÍMITES
- OBJETIVIDAD. En lugar de: “Pórtate bien”
,“Sé bueno” o “No hagas eso”
Un límite especificado con frases cortas y órdenes precisas: “Habla
bajito en la biblioteca”, “Da de comer al perro ahora”, “Coge mi mano para
cruzar la calle”
- FIRMEZA. En lugar de: ”¿Por qué no te
llevas los juguetes fuera de aquí?” o “Yo realmente deseo que te limpies”
Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos
y un gesto serio en el rostro. “Vete a la habitación ahora” o “Para, los
juguetes no son para tirar”
- ACENTÚA
LO POSITIVO. En
lugar de: “No grites”(que es lo que no debe hacer) “Habla bajo” (que es lo que debe
hacer) Cambiar órdenes por frases claras que comienzan con el verbo
“hacer”.
- GUARDA
DISTANCIAS. En
lugar de “Quiero que te vayas a la cama ahora mismo” (lucha de poder
personal con nuestros hijos)
“Son las 8, hora de acostarse” y se le enseña el reloj (regla
impersonal, conflicto y sentimiento entre el niño y el reloj)
- EXPLICA
EL PORQUÉ: En
lugar de: “Porqué no” o “Porque sí”
“No muerdas a las personas,
eso les hará daño” “Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se
sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos” Dar las razones
en pocas palabras hasta que el niño pueda crear su propia conciencia.
- SUGIERE
UNA ALTERNATIVA:
“No te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te lo puedo dar
después” Cuando se pueda, indicar alternativas aceptables, ya que sonará
menos negativo y hay una compensación
- SEA
CONSISTENTE:
Rutinas y reglas importantes en la familia deben ser efectivas en la
familia día tras día, aunque estés cansado. Una rutina flexible (acostarse
a las 8 una noche, a las 8:30 otra y las 9 otra) invita a la resistencia y
se torna imposible de cumplir.
- DESAPRUEBA
LA CONDUCTA, NO AL NIÑO:
En lugar de : “Eres malo” “Eso
está mal hecho” (desaprobación de la conducta)
- CONTROLA
LAS EMOCIONES:
Delante de un mal comportamiento lo mejor es guardar la calma y después
preguntar con tranquilidad “¿Qué ha sucedido aquí? ”Los padres cuando
están muy enojados castigan más seriamente porque han perdido el
autocontrol
AFECTO
Y COMUNICACIÓN
El
AFECTO y la COMUNICACIÓN no son incompatibles con
el establecimiento de LÍMITES,
de hecho, deben ACOMPAÑARLES.
El
AFECTO incluye el cariño
explicito no solo en forma de abrazos y besos sino en forma de REFUERZOS POSITIVOS y ACTITUDES RECOMPENSANTES
COMUNICACIÓN
ASERTIVA
|
A NIVEL VERBAL
“Me siento ... cuando tú te
comportas ....”(hechos),
“Yo creo, yo pienso, yo me siento....” (primera persona), “Comprendo que tú.... pero yo....”, “¿Qué piensas?”, “Qué te parece?”, “¿Tú qué opinas?”, “A mi me gustaría...”, verbalizaciones positivas, validación de los sentimientos del otro. |
A NIVEL NO VERBAL
Mantenimiento de la mirada, tono de
voz firme, pero no elevado, postura corporal erecta, mirada directa,
movimientos corporales serenos, asentimientos hacia los argumentos de los
demás.
|
CONSECUENCIAS
A CORTO PLAZO:
a corto plazo la persona puede recibir críticas (sobre todo si la otra
persona usa un estilo de respuesta agresivo) e incluso ser tachado de egoísta
e incomprensivo.
A LARGO PLAZO:
la persona se sentirá a gusto y bien consigo mismo, puesto que habrá
conseguido actuar de acuerdo a sus principios y sus valores
|
ESTRATEGIAS
GENERALES
C
MI
HIJO QUIERE TODO, AQUÍ Y AHORA
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
El niño/a o adolescente pide algo y lo quiere
ya: aquí y ahora.
Si no se atiende su demanda la reacción puede
ir desde la frustración, la protesta, el llanto o la rabieta, a conductas
más agresivas, como romper cosas o insultar a los padres.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Es una conducta aprendida. El
niño/a o adolescente ha ido aprendiendo a pedir las cosas y que no se aplazaba
su petición. Además, ha aprendido con el paso del tiempo que si reacciona
negativamente (llorando, enrabietándose o amenazando...) los padres responden
con más prontitud y premura.
¿QUÉ CONTRIBUYE?
El temperamento más
fuerte, la impaciencia o la poca capacidad de tolerar
frustraciones pueden ser características que los niños tengan asociadas.
Padres con pautas inadecuadas,
como responder demasiado pronto a sus demandas o con poca capacidad de decir
"no" a sus hijos, también suelen empeorar las situaciones
¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONARLO?
Mentalizarse de la importancia de
corregir esa conducta. Es claramente inadecuada y si no la corrigen las
consecuencias para el chico o la chica serán peores: no se corrige con el
tiempo. Hasta que no estén mentalizados y decididos no hagan nada: en la
modificación del comportamiento actuar "a medias" es peor que no
hacer nada.
La estrategia general sería
"deshacer" el camino aprendido y enseñarle a aplazar las cosas y
tolerar las pequeñas frustraciones. Pautas a seguir
1º. No responda inmediatamente:
Comience por aplazar un poco de tiempo las demandas que habitualmente le hace
su hijo o hija. Si hasta ahora respondía inmediantamente, ahora deje
transcurrir un poco más de tiempo, aunque solo sean unos segundos.
2º. Ignorar las conductas
inadecuadas: Ignore sus protestas y quejas. Cuando comience a aplazar el tiempo
de respuesta, aumentarán las quejas. Hágase fuerte e intente mantener el tiempo
que se ha marcado.
3º. No cambie su decisión:
No acelere la respuesta si el niño o la niña reacciona negativamente
con más fuerza.
4º. Indique cuándo va a cumplir
la petición: En algunas peticiones indíquele cuando las va a cumplir. Si
su hijo le pide que le prepare un bocadillo, por ejemplo, puede
indicarle cuándo lo va a hacer: "te lo haré cuando termine de
arreglarme el pelo", e ignore sus protestas. No cambie su decisión por
la reacción negativa del niño.
5º. Plantearle metas a medio
plazo: Poco a poco enséñele a plantearse metas a medio o largo plazo. Por
ejemplo, el ahorro puede ser una buena medida para aprender que las cosas
necesitan un tiempo.
6º. Reforzar positivamente la
colaboración: Toda colaboración y capacidad de espera, se le debe reconocer y
elogiar.
5º. Recuerde
No olvide que es un proceso
lento: hay que "desaprender" una conducta inadecuada y enseñar una
nueva forma de comportarse. Para ello les he propuesto seis pautas:
No responda inmediatamente.
Ignore las conductas inadecuadas.
No cambie su decisión por la
reacción negativa
Indíquele cuándo va a cumplir la
petición
Plantee metas a medio o corto
plazo
Refuerce positivamente la
colaboración
La clave está en la constancia y en avanzar en
pequeños pasos.
C
CÓMO
CONSEGUIR QUE MI HIJO ME OBEDEZCA
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
El niño o adolescente no respeta las normas,
le cuesta aceptar los límites y continuamente reta y desafía
¿POR QUÉ SE PRODUCE? y ¿QUÉ CONTRIBUYE?
La falta de disciplina con
frecuencia es consecuencia de estilos educativos ineficaces además de las
propias características y circunstancias del niño o adolescente.
¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONARLO?
1º. DISPONER DE NORMAS
El niño o la niña debe disponer
de unas normas claras y concretas. Estas normas estarán referidas a los
diferentes tiempos y rutinas, al comportamiento esperado en los espacios
habituales, al cumplimiento de las responsabilidades y a la seguridad personal.
2º. ÓRDENES REFERIDAS A NORMAS
Las órdenes que den a los niños
deberían de estar referidas la mayoría de las veces, a esas normas, por tanto,
serán una especie de recordatorio de las mismas: “Los juguetes se recogen al
terminar; se come sentado en la silla; la calle se cruza tomado de la mano…”
3º. NORMAS CLARAS Y CONCRETAS
La orden será clara y concreta.
Órdenes genéricas como “sé bueno” o “pórtate bien”, suelen ser
demasiado abstractas.
4º. CUANDO DEN LA ORDEN
Cuando den las órdenes,
asegúrense de que les está escuchando y díganselas de una en una.
5º. DEJE TIEMPO
Deje un tiempo prudencial para
que la cumpla y no atosigue al momento. Más tarde, supervise que se ha
cumplido.
6º. ELOGIE
Por último, elogie a su hijo o a
su hija cuando sea obediente y se porte bien.
C
¿CÓMO
ACTUAR ANTE LAS MALAS CONTESTACIONES?
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Muchos chicos y chicas contestan
mal a sus padres ante las llamadas de atención o requerimientos que estos le
hacen: “no quiero”, “no me da la gana”, “eres tonto”, y algunas más
subidas de tono e incluso amenazantes, son las respuestas más frecuentes.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Este comportamiento cada vez
comienza antes: se observa en niños pequeños de 3 o 4 años, aunque a los
padres les empieza a preocupar a partir de la preadolescencia, 10 u 11 años.
Es un comportamiento que se
va consolidando y reforzando por varios motivos: en algunos casos es aprendido
por imitación. Generalmente el niño lo aprende porque sus padres lo utilizan
entre ellos, porque lo ven en hermanos mayores y alguna vez, les influye el
ejemplo de otros niños o los modelos que aparecen en televisión.
¿QUÉ CONTRIBUYE?
El problema surge cuando
realmente el comportamiento resulta efectivo para el chico. Por ejemplo, con
esta conducta consigue llamar la atención de sus padres. En un principio hasta
puede parecer gracioso que un niño responda así y más adelante, consigue que su
familia le preste especial atención a esta conducta.
El segundo motivo por el que
puede resultar efectivo es porque consigue salirse con la suya y de algún modo,
cierta sumisión de las personas a las que contesta. Algunos padres o madres se
amedrentan ante estas conductas y llegan a un punto en que no actúan para
evitar precisamente la reprimenda de sus propios hijos.
¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONARLO?
1º. CORTE LAS PRIMERAS
MANIFESTACIONES. Como he indicado, las
malas contestaciones comienzan muy pronto, posiblemente entre los 3
o 4 años de edad. Es el momento de prevenirlas y eliminarlas. No “le ría
la gracia”, al contrario, de manera contundente y seria hágale saber a su hijo
o hija que no puede responder así. Si es necesario adopte algún tipo de medida
como retirar algún privilegio por comportarse de esa manera. Cuanto antes lo
corte, mejor.
2º. DÉ BUEN EJEMPLO. Los niños aprenden por imitación. Por tanto,
dé buen ejemplo cuando se relacione con los demás miembros de la familia y
especialmente con el niño: si usted no le da malas contestaciones…
probablemente él tampoco. Debe corregirle, regañalarle o llamarle la atención,
incluso de manera contundente, pero se puede hacer sin malas formas. Por otro
lado, enséñele cómo debería contestar o reaccionar adecuadamente en las
situaciones en las que da malas contestaciones.
3º. EVITE QUE SE SALGA CON LA
SUYA. Procure evitar que las malas
contestaciones sean una forma de salirse con la suya. Enséñele que cuando las
utiliza, pierde la razón y no consigue lo que quiere.
4º. NO LE PRESTE ESPECIAL
ATENCIÓN.
Después de haberle dejado claro
que no es una forma aceptable de actuar, intente no prestarle especial
atención. Simplemente actúe: por ejemplo con frases del tipo “ya sabes que
cuando respondes mal pierdes la razón y no te atiendo” o similares. Por el
contrario, cuando le hable correctamente o exprese sus quejas de manera
adecuada, hágaselo saber y refuércelo.
5º. ADOPTE OTRAS MEDIDAS.
Si las malas contestaciones son
un comportamiento habitual y arraigado adopte otro tipo de medidas. En primer
lugar, hacerle saber que no van a consentir esa forma de actuar. En segundo
lugar, adopte algún tipo de penalización por responder así, adecuada a su edad,
como por ejemplo, la retirada de privilegios.
C
DICE MENTIRAS
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Las mentiras suelen depender de
la edad. Los pequeños dicen mentiras del tipo "mañana es mi
cumpleaños".
En otros casos niegan lo
evidente: acaban de pintar la pared o romper algo y cuando los padres le
preguntan lo niegan
Cuando son mayores, especialmente
a partir de los 10 u 11 años, pueden empezar a decir algo distinto a lo que
realmente ha ocurrido o han hecho. Por ejemplo, mentir sobre hechos que han
ocurrido en el colegio o en casa: decir que "no tienen deberes o nada
que estudiar", o decir que no pudieron preparar el examen porque
estuvieron enfermos, cuando en realidad no fue así.
Los casos más graves se refieren
a culpar a otros, calumniar, dar falso testimonio o la mentira patológica.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
1º. Los pequeños, 3 - 4 años
Los niños más pequeños, 3 o 4
años, confunden el deseo con la realidad, por eso hacen afirmaciones que en
realidad no son falsas, son la expresión de deseos: "mi padre me va a
comprar una bici mañana".
2º. De 3 a 5 años
En esas edades, 3 a 5 años, la
mentira es utilizada como forma de agradar a los adultos de referencia (familia
y educadores) o como forma de no enfadarlos. Por eso mienten aunque sean
pillados "con las manos en la masa".
3º. A partir de los 5 años
A partir de los 5-6 años los
niños empiezan a mentir de verdad, es decir, cuentan cosas falsas, cuando ya
empiezan a distinguir lo verdadero de lo falso, lo real de lo imaginario. La
mentira a partir de este momento es un mecanismo de defensa o de evitación de
situaciones: normalmente evitar un castigo, disimular ignorancia, eludir una
responsabilidad, conseguir algo o parecer mejor. Esta es la causa más
frecuente de la mentira.
¿QUÉ CONTRIBUYE?
La mentira es un comportamiento
inadecuado que surge de manera natural en los niños y que hay que enseñarles a
corregir.
Principalmente merma y resta
confianza: si eres mentiroso no se fiarán de tí y a medio plazo pierdes
credibilidad. La confianza es uno de los pilares en las relaciones humanas
comenzando por las personas más cercanas: padres, hermanos, educadores…
CONCLUSION
§
Deben dedicar tiempo a los hijos. Muchas conductas de los hijos no se
controlan simplemente porque su padre y su madre no están disponibles para
atenderles.
§
El
niño tiene que aprender que rebasar los
límites puede traer consecuencias negativas para él. En cualquier caso,
esas consecuencias deben ser proporcionadas
y, a poder ser, inmediatas para
que el niño lo entienda perfectamente.
§
En
lo posible, las reglas y los castigos
deben ser pactados entre los padres y los hijos.
§
La disciplina
sólo la pueden ejercer adecuadamente los progenitores que sean capaces de combinar el cariño y el control.
§
Conviene
recordar que lo que más influye en nuestros hijos no es lo que les decimos o lo
que les hacemos, sino cómo
"somos". Por eso, la educación representa no sólo revisar
nuestras conductas con ellos, sino nuestra forma de ser como personas.
§
Se
precisa un buen clima familiar.
§
Es
normal que los niños prueben tanteando a sus padres para comprobar hasta dónde
pueden llegar. Es en ese momento cuando más firmes deben mostrarse los padres. Si ceden, luego será muy
difícil dar marcha atrás.
§
Todo
ello incluye la necesidad de que los padres sean razonablemente flexibles, según las circunstancias y la edad.
Las
3 “R”: “
Reglas, Rutinas y
Responsabilidades.”
Hay que fijar unas reglas precisas,
unas pocas normas que serán explicadas al niño con claridad, así como las
consecuencias de saltárselas. Se cumplirá siempre y sin excepciones
la consecuencia prevista si no cumple la regla, por ejemplo, retirándole
concesiones o privilegios; y esa consecuencia será proporcionada y lo
más inmediata posible. No
produce efectos beneficiosos sobre el comportamiento una medida como “por
el berrinche de hoy te dejo sin cine el sábado”.
Las reglas aplicadas con
constancia se consolidan como rutinas,
que el niño incorpora a su día a día con naturalidad. La sucesión de actos
repetidos hace la vida más previsible y, por tanto, más segura para el
niño.
Por último, las rutinas repetidas
se convierten en responsabilidades,
entendidas como tareas desempeñadas por el niño de forma cotidiana, que
asume con normalidad. Una labor realizada tras una orden o un recordatorio,
no es una responsabilidad. La responsabilidad no es tal hasta que se asume como
propia., esto se logra a través de la repetición frecuente de las
rutinas.
COMPRENDER A NUESTROS
HIJOS CON TDAH, ¿CÓMO FUNCIONAN Y POR QUÉ FUNCIONAN ASÍ?
"Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a
entender."
Marie Curie
1.
ASPECTOS
INTRODUCTORIOS
¿QUÉ
ES EL TDAH?
Trastorno neurobiológico (del SN central) que afecta el funcionamiento de
una parte del cerebro, la del lóbulo frontal, que regula las funciones
ejecutivas relacionadas con la planificación, la autorregulación, el
control emocional y capacidades tales como manejar información, análisis y síntesis
y los procesos de planificación y resolución de problemas
EL
TDAH, en sus distintas variantes, es el más frecuente en la infancia. Produce
un deterioro en la capacidad del niño o adolescente para desarrollarse en el
ámbito académico, familiar y social. Afecta a una niña por cada 10 niños.
Su índice de prevalencia en el aula es de un 5% (entre uno y dos niños por aula),
a nivel de Castilla y León un 6,6 %
Las
dificultades que conlleva el TDAH forman parte de un continuo en el que el TDAH
es uno de los extremos
Algunas síntomas del TDAH se pueden
confundir con características normales de niños sanos, pero según crecen, esos
síntomas pueden disminuir. Lo más importante que nos hará distinguir entre un
niño con TDAH y un niño sin TDAH va a ser la cantidad e intensidad de
los síntomas y su permanencia en el
tiempo y en diferentes situaciones.
Por último, es conveniente
puntualizar, que con el objetivo de evitar la connotación negativa que pudiera
tener la palabra “trastorno” hacemos referencia a que se trata de un “síndrome” entendiendo como tal el
conjunto de manifestaciones que presenta la persona que lo padece.
Este síndrome tiene consecuencias no
sólo conductuales sino también psicopedagógicas y de alteración en el propio
desarrollo madurativo del niño.
2. ¿CÓMO FUNCIONAN?
Estas manifestaciones son
hetereogéneas y pueden presentar las siguientes características:
v
Dificultad para mantener la atención: las conductas vinculadas a estas
característica son las siguientes:
§
No termina las tareas que empieza
§
Comete muchos errores
§
No se centra en los juegos
§
Muchas veces parece no escuchar cuando se le habla
directamente
§
Tiene dificultades para organizarse
§
Evita las tareas que requieren esfuerzo
§
Muy a menudo pierde cosas que necesita(Ej. Juguetes,
ejercicios escolares)
§
Se distrae con cualquier cosa
§
Es muy descuidado en las actividades
v
Conducta hiperactiva e inapropiada:son niños significativamente más
activos que el resto, en cualquier momento del día, incluso durante el fin de
semana y mientras duerme. Su comportamiento habitual
§
Moverse innecesariamente,movimientos constantes de
manos y pies
§
Se levanta constantemente
§
Corretea por todos lados
§
Le cuesta jugar a actividades tranquilas
§
Está activado como si tuviera un motor
§
Habla en exceso
v
Dificultad para controlar los impulsos:
§
Se precipita en responder antes de que se hayan
completado las preguntas.
§ Tiene
dificultades para esperar las cosas o situaciones de la vida cotidiana, tales
como turnos en el recreo y las compras.
§ Muestra
inquietud, habla mucho y alto.
§ No anticipa
posibles consecuencias de sus actos.
§
Tiene problemas para administrar el dinero
§
Suele interrumpir o se inmiscuye en las actividades
de otros(Ej. Se entromete en conversaciones o juegos)
v
Dificultad para seguir instrucciones: tienen una dificultad especial para
entender con precisión un conjunto de instrucciones, de manera que olvidan
actividades que se les ha pedido que hagan. Este problema podría estar
relacionado con un déficit en el lenguaje
interiorizado que les lleva a no conseguir dirigir su propia conducta.
v
Trabajo y estudio de forma irregular: aunque estos niños tengan una
inteligencia normal en muchas ocasiones no son capaces de acabar las tareas y
necesitan ayuda y supervisión. No es que no puedan hacer las tareas, sino que
no lo pueden hacer con constancia. Su motivación hacia el estudio depende más
de una disciplina externa que de su propia motivación personal e interiorizada
para conseguir sus propias metas.
¿HAY VARIOS TIPOS? ¿CUÁNTOS? ¿CUÁLES?
A partir de lo expuesto y con fines
diágnosticos se considera que existen tres tipos de TDAH según los síntomas que predominen.
C Síntomas de desatenciónà Tipo Desatento o inatento
C Síntomas de hiperactividad e
impulsividadà
Tipo Hiperactivo-impulsivo
C Síntomas de desatención+ síntomas de hiperactividad
e impulsividadà
Tipo Combinado
3. ¿POR QUÉ FUNCIONAN ASÍ?
1) ¿QUÉ HACER?
DIAGNÓSTICO
Un diagnostico correcto y a tiempo es
el primer paso para un buen manejo del TDAH y para la prevención de sus
complicaciones.
¿Quiénes son los primeros en
sospechar? Generalmente son los padres, profesores, psicologos escolares,
pedagogos o pediatras los que primero sospechan un posible TDAH en un niño que
tiene sintomas o problemas que no se explican.
¿Quién debe hacer el diagnóstico? Los
especialistas neuropediatra, psiquiatra infantil, psiquiatra, neurólogo,
psicopedagogo son los que harán un diagnostico definitivo.
INTERVENCIÓN
Una vez establecido el diagnostico el
médico establece un plan de tratamiento, pero la intervención debe ser
multimodal por lo que se incluye la participación de psicologo, pedagogo,
psicopedagogo, profesor de apoyo y otros profesionales para realizar labores de
tratamiento.
El tratamiento multimodal es el que
ofrece mejores resultados. Esto supone coordinar simultáneamente tratamiento
farmacológico, psicológico y psicopedagógico. Ninguna de estas intervenciones
es exclusiva. No puede ni debe sustituir a las demás.
En áreas generales se sugiere trabajar en torno a aspectos como:
§ Atención
§ Planificación
§ Autorregulación
§ Control
emocional y conductual
§
Capacidades como manejar información, análisis y
síntesis y los procesos de planificación y resolución de problemas
¿Cómo intervenir de manera específica?
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Afrontar el diagnóstico y asumir que el niño tiene
unas características específicas de las que no podemos culparle a él ni auto
culpabilizarnos.. Posibles reacciones ante el diagnóstico: desconcierto,
enfado, negación, alivio, miedo, culpa, rechazo…
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Profesionalización de los padres. El conocimiento y la
comprensión sobre lo que ocurre son herramientas fundamentales para poder
actuar. En este sentido hay libros, profesionales, jornadas formativas y grupos
de apoyo que pueden facilitar que llevemos una actitud positiva ante el
problema
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Aceptarle como es contribuirá a mejorar su autoestima.
El estilo educativo de cada mamá o papá tiene que adecuarse a las
características del niño. Lista de noes: no culparle, no exigirle más allá de
sus posibilidades y no sobreprotegerle. Es un niño con una circunstancia, no
una circunstancia. En este sentido usamos la comunicación asertiva.
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Ayúdarle a cambiar su conducta descubriendo por si
mismo cuál es la adecuada. El refuerzo positivo es una herramienta poderosa. La
recompensa y el castigo deben ser inmediatos a la conducta y siempre cumplido,
sin excepción. El reñirle por una conducta inadecuada, el castigarle constantemente
y el que perciba que no hace nada bien solo contribuye a empeorar su
comportamiento o su actitud. El esfuerzo de hoy es la recompensa de mañana.
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Dar estructura a lo que él no es capaz de estructurar:
simplificar las normas y definirlas concretamente, dar órdenes cortas y
secuenciadas, asegurarse de la atención
y comprensión de las instrucciones, propiciar un ambiente ordenado y muy
organizado, sereno y sin gritos.
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Enseñarle a ser organizado: utilizar listas y
horarios, rutinas, alarmas, agendas, reloj…
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Motivarle a aprender: concentrándose en el esfuerzo,
no en las calificaciones; creando un hábito de estudio; estimulando sus
habilidades naturales y comunicándote con el profesorado.
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Fomentar sus habilidades sociales: escucha,
comunicación eficaz, trabajo cooperativo,…
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Darle responsabilidades, potencia sus aspectos
positivos, sus facultades.
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No olvides que, además de mamá o papá, eres una
persona que necesita cuidarse, tener espacio y tiempo libre, comunicarte y
vivir. El trabajo con un TDAH te ayuda a
aprender, pero también desgasta mucho y es importantísimo no olvidarse de tu
papel como persona.
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